Era una porquería de persona.
Era despreciado por la enorme mayoría de nosotros. El resto, una minoría ridícula, lo ignoraba.
Arrogante, fanfarrón, envidioso, cizañero, insidioso, traicionero, roñoso, y todos las palabras descalificadoras terminadas en "ero" y "oso" que se le puedan ocurrir, se le aplicaban como un traje a medida.
Por eso, verlo después de tanto tiempo tan cambiado me reconfortó. Porque aunque todos cambiamos, un cambio como el que vi en él no se ve todos los días. Verlo así me inundó de paz, me reconcilió con la vida.
Lo encontré atendiendo un estacionamiento mugroso. Está avejentado, muy avejentado, gordo, con manchas en la piel, tiene un notorio tic nervioso por el que parpadea cada cinco segundos, se dejó la barba -que le crece muy despareja- y no estoy seguro pero me pareció advertir que cojea de su pierna derecha.
No, ni lo saludé. Simulé no reconocerlo.
UPDATE: Gracias, Adenoz.
Y seguramente ahora sufre "sindrome de colon irritable", sea.
ResponderEliminar¿Quien es?
Sacale una foto y lo ponemos de empleado dle mes de Marzo.
CHEEEE!!.
No se crea. Él sigue siendo el mismo. Armó todo ese escenario paea que usted ni siquiera lo salude y se sienta mal...
ResponderEliminarTu post me viene muy bien para este lunes que me está tocando, lo imprimo y me lo cuelgo de los anteojos.
ResponderEliminarA ver.
ResponderEliminarSi lo reconfortó verlo hecho moco, qué mejor que saludarlo, diciéndole: "Uy, loco, estás hecho mierda".
Porque lo de "simulé no reconocerlo", me sonó a medio gonca lo suyo.
Sevemo.
Griego, Carugo, Adenoz: La historia está inspirada en algo que escuché en el tren, no se de quien hablaban.
ResponderEliminarDolores: No sé como eso pueda ayudarle, pero adelante!
¿Y por qué se privó de reconocerlo?
ResponderEliminarUn saludo.
Yo lo hubiera saludado igual, y mientras le daba la mano le decía "estás hecho mierda!"
ResponderEliminarA mi amiga Martita le pasó, un horror...!!!
Su adjetivación me hizo recordar un trabajo de Fernando Vallejo que no dejo de citar cada vez que puedo pues, pese al pleonasmo y a la exagerada elocuencia del autor, ese texto siempre tiene la virtud de venir al caso.
ResponderEliminarLe dejo la cita para darle ideas con los adjetivos: http://www.youtube.com/watch?v=CjM5PKlIQNc
Para mi no cambio nada, sólo el Karma que se cobro lo suyo....
ResponderEliminarNo hay que temerle a la vida sino a como la terminaremos.
Estuve hablando con el señor en cuestión, me informa lo siguiente:
ResponderEliminar1.- El estacionamiento es mio y me estoy forrando en guita alquilando los lugares.
2.- No estoy tan avejentado, quizas era la mala luz que hay en el garage.
3.- Estoy gordito, eso sí, es la buena vida.
4.- Ayer me afeité.
5.- No era un tic nervioso. Estaba haciéndole guiñadas ¿adivine a la mujer de quién?
La simulación, a veces, es un acto de piedad.
ResponderEliminarY como dijo Anavril, karma... ni más, ni menos.
Si tuviera que elegir, prefiero que me odien antes que me desprecien. Qué se yo, en las novelas el odio siempre termina en una terrible estampada contra la pared.
Pobre señor. Me da pena. Sea quien sea.
Me recuerda a la canción "Osvaldo" de Árbol (banda que, por cierto, no me gusta)
ResponderEliminarQué casualidad, yo también anduve hablando de cambios
Yoni, eMe: Fíjense lo respondido antes al griego, a Carugo y a Adenoz...me parece que voy a tener que escribir una segunda versión.
ResponderEliminarFlenning: interesante.
Anavril: Om
¡Jotapé!: Oh!
Jazmin: No haga tanto caso de las novelas!
Galán: Fíjese que hay mas casualidades por ahí. Algo que ver con una decisión y una enfermedad. Lei la letra de Osvaldo, ahora entendí de que me habla.
No me importa nada. Me encapriché y el digo, YO LO HUBIERA SALUDADO IGUAL. A cualquiera, se para y saluda, qué tanto... ;)
ResponderEliminarveras pasar el cadaver de tu enemigo....
ResponderEliminarJA! Pero bien que le hiciste el escaneo de lo peorcito, para contarlo después acá.
ResponderEliminarDespues dicen que las mujeres critican, lengua venenosa y no se cuantas cosas mas.
JA!
eMe: encaprichese todo lo que quiera pero no me grite. No sea así conmigo, que yo la trato con respeto. Casi diría como a un ser humano.
ResponderEliminarBriks: exacto.
Rubia arrepentida: vea, sólo escuche un par de críticas a un ausente, ni siquiera sé en que terminó. El resto me lo imaginé incorporando a uno que me imagino que debe estar así hoy en día. O mejor dicho, que me gustaría encontrármelo así uno de estos días. Me debo estar afeminando, nomás.
Tiene razón... guau!
ResponderEliminarA mi me reconfortaría en un principio, pero después me daría un poco de lástima...
ResponderEliminarBueno...si fuera real, no me diga que se privaría del placer de ver cómo las cosas se pagan en esta vida.
ResponderEliminarPorque yo creo eso, sabe?
eMe: me ha dado la razón??!!Guau!!
ResponderEliminarRamiro: Es usted demasiado bueno. O desconoce lo que es sentir rencor.
Mona: Creo que me privaría de la confirmación, con la observación me bastaría. Para que exponerme a que me conteste algo como lo que le atribuye JotaPé?
Los cambios no siemrpe son buenos, se ve que a este hombre de su historia no se le paso la vida, la vida le paso por encima.
ResponderEliminarEn fin veremos como sigue.
sigue ?
Antes de escribir el próximo post, mandanos un mail a cada uno para explicarnos de que va el tema.
ResponderEliminarO sino, ya sé! Una boludez, como no se me ocurrió antes?!
Ponele, al final del post, así:
(La historia está inspirada en algo que escuché en el tren, no se de quien hablaban)
De nada.
Flaco: No, no sigue.
ResponderEliminarAdenoz: Ufa. La idea era que el lector pensara que lo que reconfortaba al relator fuera la idea - sugerida, implícita- de que el tipo haya cambiado, pero en realidad sorprenderlo (al lector) con la descripción cargada de rencor del autor, para que de esa manera...en serio quiere que siga?
Se entiende la idea. Está perfecta.
ResponderEliminarDebe haber fallado algún tipo de puntuación, ya que, como en este ámbito, leemos a las apuradas, el guiño pasó inadvertido.
Quizás (quizás) si en lugar de los dos puntos después de "reconfortó" pusieras un punto y aparte, tal vez pueda crearse la pausa necesaria para interpretar un cambio en la expresión, de supuesto reconciliado con la vida a un rencoroso insufrible.
Pero repito, está buena la idea.
Ahi está. Gracias, realmente hacia falta esa pausa.
ResponderEliminarSi, señor!
ResponderEliminarAhora si!
Es como dicen: lo único que supera al logro propio es la desgracia ajena... o algo así
ResponderEliminarLos tics no vienen solos, compañero. Seguramente, también se garca cuando guiña el ojo. UAP, mi socio.
ResponderEliminarUn campeón parando la oreja en el tren, yo lo hago mucho y me entretengo conlas conversaciones ajenas... Un saludo
ResponderEliminarCuello: Desearle el mal al prójimo está muy mal, ser rencoroso esta muy mal, pero ¿quien dice que queremos ser perfectos?... o algo así
ResponderEliminarAmperio: UAP, flashgordon. un gusto que pase por el boliche. Sírvase lo que quiera, yo pago.
Capitán Beto: no pude evitarlo, no es de chusma. Es que no tengo parpados en los oídos, ud sabe...
Ah, usted es de los que se quedan escuchando conversaciones ajenas. Yo suelo hacer lo mismo.
ResponderEliminarYo no suelo reirme de la desgracia ajena.
Bah... sí... pero sólo puertas adentro. je
Simplemente digo que coincido con Mona ... todo se paga, o todo se vuelve, como quiera y le aseguro que generalmente ... ES ASI.
ResponderEliminarque lindo encontrar a la gente q una detesta sumida en la peor de las miserias...
ResponderEliminarY mas lindo suele ser cuando a la miseria la provocó una misma, claro
=)
WaitMan: Apenas escuche un par de cositas porque fue inevitable, no sea exagerado. Además no es chusmerío, es investigación.
ResponderEliminarMarina: Todo vuelve. Y todo pasa. Y todo queda. Que inconstante es todo!
Zeithgeist: Usted si sabe apreciar la belleza de las bajezas humanas. Cada vez me cae más simpática.
Cambio? Cambio juez!
ResponderEliminarCorta que me tiro el aductor...
Menos mal que no dijo que también se había quedado pelado.
ResponderEliminarEl karma se paga en vida mi viejo.
ResponderEliminarDe seguro ya no se le para también.
Cordial saludo.
ya lei que fue un dialogo al pasar en el tren... y me quedé pensando, el que se hizo el que no lo conoció...cagón tambien, no???
ResponderEliminara ver si me relacionan con esta chusma???...o por no tener que mentir algun comentario?
o que no se le viera el placer en la cara, de disfrutar la desgracia ajena?
que habrá sido?
Cuando decis que me cruzaste y en donde?
ResponderEliminarBlas A. Giunta: que se mejore, mi viejo.
ResponderEliminarBugman: Menos mal...
Actio Damni Infecti: Que karma jodido el suyo...
nadasepierde: el cobarde jamás se reconoce como tal. Nosotros nos definimos "prudentes"
Martín: Ajá. Pero que tiene que ver con este artículo, papi?
Don Ramón: Epa! era usted? Sabe que le queda bien haber subido de peso? estaba demasiado flaco antes!
El hombre cambió...y usted que antes era educado y saludaba..no lo saludó...
ResponderEliminar¿usted cambió?
abrazo
Todos cambiamos, yerba. No es un descubrimiento mío, ya lo decia el viejo Heráclito de Éfeso, y sospecho que no fue el primero.
ResponderEliminarYo soy la típica que diría "Poooobre, mira fulanito como terminó, y yo que le tenía tanta bronca"
ResponderEliminarSi, si. Soy culpógena y que?
Por otro lado: esto pasa por poner la oreja, uno se arriesga a escuchar cosas como esta. Ah! Los oídos sí tienen párpados, son la falta de atensión. :P
Au revoir!
Eso si, son la falta de "atención" con C, porque con S no funcionan.
ResponderEliminarNo, mi vieja, no es lo mismo. Los párpados funcionan de una manera involuntaria y refleja: cuando una partícula amenaza al ojo, algún mecanismo del cuerpo hace que se cierren sin siquiera pensarlo. En cambio la falta deliberada de atención es algo que debemos entrenar.
ResponderEliminarHay otra forma en la cual a veces nos protegemos los oidos, permitame sugerirle leer esto
Si, ya había leído ese post, ya anduve recorriendo un poco su blog.
ResponderEliminarPero debe ser que yo tengo tan automatizada la falta de atención que funciona automáticamente. Y no se requiere ningún entrenamiento o evolución darwiniana. Solo con haber nacido como soy me alcanza.
Au revoir!