Vejentud

Estaba mas buena que mojar el pancito en el tuco que esta haciendo la vieja. O tal vez no tanto, pero tenia algo...a ver como lo explico sin ser guarango: era una de esas minas a las que les gusta hablar con doble sentido, chistes subidos de tono, coquetear, etcétera, pero que uno sabe que si le echa los canes va al muere.

Le gustaba ser el gato en el juego del gato y el ratón.

Y aun asi yo disfrutaba con ese juego de seducción, sabiéndolo inconducente de antemano, por el solo placer de jugar.

Normalmente me divierte que se refieran a mí como "el viejo", pero ese dia me ofendió. No se que cosa estaba tratando de hacer y no me salia, y ya me estaba cabreando cuando comentó con otra de las yeguas que trabajaba con ella: "y que queres, si lo hizo el viejo"

Dejé inmediatamente lo que estaba haciendo, y me acerqué hasta su escritorio en absoluto silencio. Le rodeé los hombros con un brazo y le dije al oido: "viejos son los caminos, y todavia echan polvo".

Acto seguido me incorporé y me fui caminando sin mirar atrás.

Al cabo de unos segundos escuche su voz "Aaaaaaaahhhh buuueeeeeeennnoooo!!!! y no pude reprimir una sonrisa triunfal.